Moscas varias.

Tener la mosca detrás de la oreja. No se oye ni una mosca. Pareces una mosquita muerta. No hay más que moscardones. Estar mosqueado. A perro que no conozcas nunca le espantes las moscas. Haceos miel y os comerán las moscas. Una sola araña, cien moscas apaña. En boca cerrada no entran moscas. Por si las moscas... El águila no caza moscas. Caer como moscas. Debes perder una mosca para pescar una trucha. La más pequeña mosca irrita al león más terrible. Y la más oída y conocida:

Ser una mosca cojonera.



"Porque todos hemos sido alguna clase de mosca."

22 diciembre 2010

99 EJERCICIOS DE ESTILO APLICADOS. COMPLETANDO LA TEORÍA...

ORIGINAL

Una oscura silueta atravesó el parque. Llevaba consigo un libro de aspecto viejo. Lo depositó en un banco. La fuerza del viento, hizo que se abriera y pasaran las páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó doblada.
Por la mañana una joven recogió el libro. Se llamaba Carolina e iba de camino al colegio. Cuando el profesor impartía la clase, el libro cayó al suelo y llamó la atención de él. Lo abrió, y para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Resultó que la última estaba doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.
Los alumnos se preguntaron por qué estaba vacío y cuál era el sentido de su existencia. Carolina propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una historia a través de las frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un árbol que le resultó llamativo. Decidió situarlo a su lado.
Poco a poco, muchas manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.

FUTURO

Una oscura silueta atravesará el parque. Llevará consigo un libro de aspecto viejo. Lo depositará en un banco. La fuerza del viento, hará que se abra y pasará las páginas. En el momento en el que se cierre, una de ellas quedará doblada.
Por la mañana una joven recogerá el libro. Se llamará Carolina e irá de camino al colegio. Cuando el profesor imparta la clase, el libro caerá al suelo y llamará la atención de él. Lo abrirá, y para su sorpresa, las hojas estarán en blanco. Resultará que la última estará doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.
Los alumnos se preguntarán por qué estará vacío y cuál será el sentido de su existencia. Carolina propondrá que, al no haber escritura alguna, se inventen una historia a través de las frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina verá un árbol que le resultará llamativo. Decidirá situarlo a su lado.
 Poco a poco, muchas manos humildes continuarán las frases que encontrarán en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.

EXAGERADO

La silueta más oscura jamás vista atravesó el parque. Llevaba consigo un libro que aparentaba cientos de años. Lo depositó en un banco. El viento, con más fuerza que nunca , hizo que se abriera y pasaran las páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó doblada como ninguna otra.
Por la mañana tempranamente, una chica muy joven recogió el libro. Se llamaba Carolina e iba de camino al colegio. Cuando el profesor impartía la larguísima clase, el libro cayó al suelo en un estruendo enorme y llamó la atención de él. Lo abrió rápidamente, y para su gran sorpresa, las hojas estaban en blanco neutro. Resultó que la última estaba dobladísima, con muchas palabras sueltas sin sentido alguno.
Los alumnos se preguntaron desesperadamente por qué estaba tan vacío y cuál era el sentido de su existencia. Carolina propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una historia a través de las tantas frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro casi escrito, Carolina vio un árbol que le resultó el más llamativo de todos los que había visto en su vida. Tras mucho pensarlo, decidió situarlo a su lado.
Poco a poco, muchísimas manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.

SIMPLIFICADA

Alguien dejó un libro en un parque. Una chica lo cogió y lo sacó en clase. Todos sus compañeros y ella escribieron en é, y luego lo volvieron a dejar en otro sitio. Así fue pasando de mano en mano que lo escribía.

DIALOGADO

Aparece una oscura silueta que atraviesa el parque. Lleva consigo un libro de aspecto viejo. Lo deposita en un banco. La fuerza del viento, hace que se abra y pasen las páginas. En el momento en el que se cierra, una de ellas queda doblada.

  • ¡hola Carolina! ¿qué llevas ahí?
  • Un libro que había en el banco de la entrada.
  • Seguro que si se lo enseñas a Paco le gusta.
  • Pues me acabas de dar una idea. Lo abrió, y para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Resultó que la última estaba doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.
El profesor está impartiendo clase cuando el libro cae al suelo. Le llama la atención. Lo abre y ve que está vacío.
  • A ver, tiene una hoja doblada. ¡Anda y unas palabras sueltas! Aunque parece que no tienen sentido...
  • ¿Pero para qué dejan un libro vacío en un parque?
  • ¿Y con qué fin?
  • Profesor, podríamos escribir nosotros algo.
  • Vale, propongámoslo como ejercicio de clase. Cada uno va a pensar una frase y las vamos a escribir todas en el libro. Hagamos una historia.
 Salen de clase y Carolina se dirige al parque. Busca un árbol y deja el libro al lado del mismo. Después de ella, otras personas harían lo mismo.

ANDALUZ

Una ogcura cilueta atravezó er parque. Llevaba concigo un libro de ahpecto vieho. Lo depocitó en un banco. La fuerza der viento, hizo que ce abriera y pazaran la páhina. En er momento en er que ce cerró, una d'ella quedó doblá.
Por la mañana una hoven recogió er libro. Ce llamaba Carolina e iba de camino ar colehio. Cuando er profezo impartía la clace, er libro cayó ar zuelo y llamó la atención de él. Lo abrió, y para zu zorpreza, la hoha ehtaban en blanco. Rezurtó que la última ehtaba doblá, con palabra zuerta cin centio aparente.
Lo alumno ce preguntaro por qué ehtaba vacío y cuál era er centio de zu eccihtencia. Carolina propuzo que, ar no habe ehcritura arguna, ce inventara una hihtoria a travé de la frace de cada uno d'ello.
Ar acaba la clace, y ehta ve con er libro a medio ehcribi, Carolina vio un árbo que le rezurtó llamativo. Decidió cituarlo a zu lao.
Poco a poco, mushas mano humirde continuaría la frace que había encontrao en er libro, convirtiéndola en una hihtoria: la hihtoria der pequeño libro perdio.


LENGUAJE INFANTIL

Un señor fue al parque y tenía un libro viejo. Entonces lo puso en un banco. Y de repente un aire fuerte movió las hojas. Cuando se cerró el libro, una hoja estaba doblada.
Al día siguiente, una niña cogió el libro del parque. Carolina iba al cole. Cuando estaban en clase, el libro se cayó al suelo y el profe lo miró. Y lo abrió, y las hojas estaban sin pintar. La del final estaba doblada, con cosas escritas pero que no era nada.
Los niños le dijeron al profe por qué estaba vacío. Carolina dijo que, podían escribir todos un poquito y así hacían un cuento.
Cuando salieron de clase, Carolina tenía el libro y lo dejó en un arbolito del parque.
Y después muchas personas lo cogieron para poner sus cuentos e hicieron una historia: la historia del pequeño libro perdido.


TEATRAL

NARRADOR: Una oscura silueta atraviesa el parque. Lleva consigo un libro de aspecto viejo. Lo deposita en un banco. La fuerza del viento, hace que se abra y pasen las páginas. En el momento en el que se cierra, una de ellas queda doblada. Por la mañana una joven recoge el libro. Se llama Carolina y va de camino al colegio. Cuando el profesor imparte la clase, el libro cae al suelo y llama la atención de él. Lo abre, y para su sorpresa, las hojas están en blanco. Resulta que la última esta doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.

ÁNGEL: ¿y quién lee un libro en blanco? (risas)
MARTA: no es para leerlo, es para escribir o dibujar en él.
CAROLINA: ya que no está escrito, ¿por qué no escribimos nosotros algo? Si cada uno inventa una frase referente a una historia, podemos hacer algo creativo.
PROFESOR: buena idea, y como eres la “dueña” del libro, hagamos el ejercicio que has propuesto.

NARRADOR: cada alumno inventa su frase y las escriben en el libro. Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina se dirige a un árbol que le resulta llamativo. Decide situarlo a su lado. Poco a poco, muchas manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.



DE MISTERIO

Una oscura silueta atravesó siniestramente el parque para depositar un viejo libro que llevaba en un solitario banco. La fuerza del viento, musical y gélido, hizo que se abriera lentamente y pasaran las desgastadas páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó extrañamente doblada.
Por la mañana temprano, cuando apenas había amanecido, una joven se acercó al banco y recogió el libro. Se llamaba Carolina e iba de camino al colegio. Una vez allí, cuando el profesor impartía la clase, el libro cayó al suelo y se produjo un gran silencio. Llamó la atención del profesor el aspecto del libro encontrado. Lo abrió lentamente, y para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Y entre ese sucio y roto blanco, resultó que la última estaba doblada, con palabras sueltas sin sentido aparente.
Los alumnos se preguntaron por qué estaba vacío y cuál era el sentido de su existencia. Por un momento, tuvieron un sentimiento de respeto, miedo incluso por haberlo cogido. Carolina no obstante, propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una historia a través de las frases de cada uno de ellos. La mayoría de sus compañeros se tornó reacio a la idea. Finalmente aceptaron con todas las consecuencias.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un árbol medio muerto que le resultó llamativo. Decidió situarlo a su lado. Una brisa suave le produjo un escalofrío. Sintió que algo interesante le deparaba al librillo.
Lo que carolina nunca llegó a saber, es que poco a poco, muchas manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia: la historia del pequeño libro perdido.


SARCASTICO

Una oscura silueta, como sino, atravesó el parque. Típico parque vacío y tenebroso. Y por algún motivo tenía que estar allí: dejar un libro viejo en un banco. La fuerza del viento,que como era de esperar, soplaba mas fuerte que nunca, hizo que se abriera el libro y pasaran las páginas. Y justo se cerró dejando una de ellas dobladas.
Por la mañana una joven recogió el libro. Que raro que fuera ella y no cualquier otra persona que pasaba porque los jóvenes de hoy en día no le tienen mucho aprecio a los libros, pero en fin, se llamaba Carolina e iba de camino al colegio. Cuando el profesor impartía la clase, el libro cayó al suelo y en vez de recogerlo sin más, el profesor se sintió atraído por el maldito libro y sin preguntarle a la actual dueña, lo abrió. Todas las hojas estaban en blanco menos la última, casualmente la que estaba doblada, que tenía palabras sueltas escritas, pero que para darle más emoción al asunto, no tenían sentido alguno.
Los alumnos se preguntaron por qué estaba vacío y cuál era el sentido de su existencia. Vaya, lo que todo el mundo se preguntaría en tal caso. Carolina, la única inteligente; propuso que, al no haber escritura alguna, se inventara una historia a través de las frases de cada uno de ellos para aprovechar las hojas en blanco y no sacar folios para hacer un ejercicio nuevo, se supone.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un árbol que le resultó llamativo. Seguramente eran todos iguales, pero decidió situar el libro viejo a su lado.
Poco a poco, muchas personas continuarían las frases que habían encontrado en el libro. Es extraño que a nadie le diera por quedárselo o llegaran unos gamberros y lo rompieran o lo quemaran. Aun así, crearon una historia: la historia del pequeño libro perdido.


                                       FIN